La tarde de este pasado once de junio volvió a concentrar en las principales calles del municipio un gran número de vecinos, feligreses multitudinaria procesión que transcurre por rincones adornados para la ocasión, balcones pintorescos, pinturas, telas y murales relativos a esta fiesta religiosa.
La noche y madrugada del día anterior a la procesión, las calles por donde desfiló horas más tarde la custodia, se encuentran abarrotadas de vecinos elaborando una compleja decoración. El recorrido de la procesión se tapiza con alfombras confeccionadas con serrín de colores y pétalos de flores, por si todo esto fuese poco se cubre con grandes toldos, banderolas y colgaduras varias el itinerario de la sagrada forma.
Esta celebración litúrgica es muy singular en la comarca de las Villas y es una de las más relativas en la provincia de Jaén, en una celebración que data de 1364. A finales del siglo XIX se obtuvo el beneplácito de la Santa Sede para poder realizar esta procesión por la tarde.
La novedad este año es que el cortejo procesional ha transcurrido por primera vez por algunas calles de la localidad que nunca habían estado en el recorrido y otra novedad ha sido el baile de los Seises a cargo de diez niñas de la localidad y frente al convento de las de las Hermanas de la Cruz. El esfuerzo vecinal para la decoración de las calles, ha vuelto ser de gran belleza y armonía, a la vez que un gran reclamo para que esta Festividad sea punto de regencia turístico cada año.
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