La pedanía alcaudetense de Sabariego ha celebrado en los dos primeros días del mes sus tradicionales Fiestas del Palo con sus vecinos portando las imágenes del Niño Jesús, La Inmaculada y San Pedro, fiestas que cuentan con un gran valor etnográfico.
Desde una pequeña ermita que cuenta este núcleo poblacional se realiza el cortejo procesional entre el medio millar de habitantes en este enclave entre el Río San Juan y la Sierra de San Pedro.
Muchos lugareños ausentes retornan por estos días para volver a rencontrarse con amigos, familiares y conocidos echando una mano en los actos que se conmemoran en estos días dónde las plegarias estaban puestas en la ansiada lluvia que necesitan los cultivos de la zona para un año prospero.

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