Juan Carlos Salas // Desde las trabajaderas
Una vez asimilada la jornada de júbilo vivida el pasado sábado día 22 se entiende el verdadero camino a tomar para llegar a Cristo a través de la Fe. Remarcar la participación popular en un acto al cual estaba invitado desde el más alto cargo cofrade hasta la persona con la vida más humilde de la ciudad, pues Jesús no entendía de instituciones, barreras o excusas.
Fue una tarde apacible que se inicio, como no podía ser de mejor manera, con un breve rezo a los pies de la Patrona de la Diócesis jaenera; porque María es el mejor camino hacia Dios. Justo ante su mirada daba comienzo una peregrinación llena de ilusión. Íbamos al encuentro de la “Vera icon”, el verdadero icono, el Santo Rostro de Cristo, custodiado en la Santa Iglesia Catedral desde el siglo XIV.
Don José López Chica, Custodio Guardián del Santo Rostro y guía en este camino, fue el encargado de oficiar la Eucaristía desde el aItar mayor de la Catedral de la Asunción. Eucaristía de la cual fueron partícipes algunos de los diáconos que tienen como casa el templo catedralicio.
Los asistentes disfrutamos de una enriquecedora homilía, acompañada de los sones del órgano situado en el Coro y de cánticos celestiales, estuvo llena de luz y verdad.
A su finalización, se tuvo a bien bendecir el que será el nuevo llamador para el paso de Jesús del Gran Poder y María Santísima del Dulce Nombre. Esta obra tiene como lienzo el templo y joyero que guarece en su corazón la reliquia por el cual fue construido, qué mejor marco, lugar y momento.
Por voluntad propia un centenar de personas asistimos, ojalá en años venideros se convierta en costumbre y veamos más pendones corporativos, ya que el pueblo si estuvo.
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