Juan Carlos Salas //
En el olvido, expresión odiada por cualquiera, así se sienten los cofrades de Jaén tras contemplar cómo el tiempo pasa y la situación sigue siendo adversa. Las instituciones no actúan de una manera firme y consecuente en cuanto a actos que mantengan viva la llama de la Semana Santa.
El jiennense sigue divisando desde una ventana el ansiado regreso de su amor, este llegará tras pelear en una contienda dura, pero lo cierto es que este nunca termina de aparecer y en el horizonte se divisan nubarrones.
Para añadirle angustia al relato, el jiennense ve como otros al menos reciben cartas con noticias desde el frente de batalla, donde estos cuentan que la lucha está siendo agotadora, pero que estarán bien; están vivos y van a estar al pie del cañón todos juntos. Que no tengan miedo por ellos, volverán con heridas pero estas sanarán pronto porque ya están siendo atendidas.
El jiennense no recibe más que noticias inciertas en las que le dicen que su amor puede que aguante alguna lucha más antes de volver, que sea paciente y aguarde, y que aunque nadie lo esté amparando; todo lo que puede hacer es esperar y tener Fe.
Es la historia de una angustia que nadie consuela, una batalla en la que el combatiente del Santo Reino está solo y probablemente muera o sea cruelmente mutilado. Nadie lo socorre y a quienes se atan las botas para entrar al barro les dicen que no puede ser, que hay que esperar, que no sean fanáticos; que esperen a que la guerra termine por si sola. Responsabilidad lo llaman algunos.
Lo cierto es que, seamos honestos y hablemos con claridad, esta lucha muy probablemente se alargue más de lo deseado y el dejar que nuestra Semana Santa agonice a su suerte puede ser el error más grande cometido por el jiennense en toda su historia cofrade, y aquí en errores y atropellos al arte somos doctorados. ¿Pero de verdad vamos a quedarnos de brazos cruzados porque algunas personas se han negado a actuar en beneficio de todos?
Pues bien cierto si cierto es que la Semana Santa es arte, es cultura, es sociedad, es fraternidad y es FE. No podemos seguir mirando hacia otro lado y conformarnos con streamings o fotomontajes, hay que exigir más, y si las hermandades o bandas no son capaces como instituciones de llegar a acuerdos, debemos de ser los cofrades de a pie los que nos mostremos unidos para que ellos hagan lo mismo en consecuencia.
NO PODEMOS ESPERAR MÁS, ¿O ACASO EL COFRADE DE OTRA PROVINCIA MERECE MÁS QUE EL DE JAÉN?
El cofrade jiennense necesita su sitio, las hermandades necesitan moverse y generar, y las bandas necesitan actuar para seguir vivas.
Si estamos esperando a un ansiado tiempo de gloria o a un 2022 con normalidad para que todo empiece a fluir y las hermandades/bandas se recompongan, seguramente nos estaremos equivocando, y mucho.
0 comentarios :
Publicar un comentario