Gracián Checa // @graciancech
Llegó un miércoles de ceniza más, este año diferente a los vividos años atrás por culpa de la pandemia que aún nos está asolando, ello no hizo que fuese menos emotiva.
Con todas las medidas de seguridad y distanciamiento social se iba llenando las 300 personas que se autorizaron al acto para la misa cómo al posterior Vía Crucis.
Una misa en su conjunto emotiva con una palabras a cargo del obispo D. Amadeo Rodríguez donde hacia hincapié en ayudarnos los unos a los otros aún más si cabe en estos tiempos. Bonitas palabras con las que se llegaba al momento imposición de la ceniza, ello marcaría el tiempo de Cuaresma, todos los fieles en su totalidad de acercaban para que se la impusieran, así y tras más de una hora de misa poco a poco llegaba a su fin.
Destacar también la buena organización durante el antes y después de la misa, pues se deja claro que sí se hacen cosas con organización podríamos ver en esta Cuaresma más actos, cosa que los jienenses venimos reclamando viendo como se trabaja en otras ciudades.
Acababa la misa y llegaba otro momento culmen de la tarde como es el Vía Crucis, este año sería estático ya que el Cristo del Santo Sepulcro permanecería en todo momento en el altar mayor.
A diferencia de otros años, se realizaba con la imagen por las naves centrales de la Santa Iglesia Catedral. Pero las circunstancias hacen que este año solo recorriese esas naves la cruz y los ciriales. Algo llamativo pero no menos emocionante.
Pasaban las estaciones y con ellas un nuevo miércoles de ceniza. La Cuaresma ya esta aquí.
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